El cielo estaba enfurecido y lloraba, gotas de miedo nos envolvian,
de miedo y de deseos,
deseos que provocaban ansiedades,
el mar rugía
como un animal salvaje...
Presos de ese mar,
cristales mojados,
gemidos,
relojes parados,
unidos...
-¿Porque hoy?
-Por tu voz
-¿Y ahora que?
-El silencio...
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Manella
El silencio, como una ola, manchándolo todo...
ResponderEliminarAbrazos
...............
ResponderEliminarEl silencio a veces corroe, cansa y en el se nos agotan las preguntas... no hay resspuestas.
ResponderEliminarUn abrazo
Magah
Después de la tormenta casi siempre llega la calma, el reposo absoluto, el sueño...
ResponderEliminarprecioso,
ResponderEliminaraves uno quiere que el reloj nunca separe que corra mas y mas,
y otras que se de tenga el tiempo,
y quedarse mirando las gotas que caen sobre el cristal,
el silencio, que palabra, mas bonita, y triste ala vez,
el silencio de una mirada, lo que las palabras no pueden decir,
besosssssssss cielooo
Bastante aroma, los sentidos
ResponderEliminarestán a flor de piel, se nota ;)
Un saludo!
El mar, ese amigo-enemigo que nos inunda cuando acudimos a él. Sin más refugio que su silencio... sin más caricia que su abrazo, cálido, sereno, penetrante.
ResponderEliminarSoy hija del mar y le conozco. Por eso digo lo que digo.
Un abrazo, amiga.
Suerte de la compañía.
ResponderEliminarLo mismo en soledad debe ser terrible.
Besos.
Tengo algo en mi blog para tí.
ResponderEliminarPásate cuando puedas.