Desperté antes que tu
y te observé en silencio...
y sin mediar palabra...
me acurruqué en tu pecho.
Es mi remanso de paz
la calidez de tu cuerpo...
Te acaricié los labios
con la yema de mi dedo
y me envolvió el deseo
de robarte un beso...
pero el vaivén de tu respiración
me llevó a tu sueño...
Y soñé con tus ojos
y soñé con tu cuerpo
y soñé con tus labios
y soñé con tus besos
y despertamos soñando
sin querer despertarnos
y te acaricié las canas
y me besaste en silencio
y vivimos soñando
y soñamos despiertos...
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Manella
No hay rincón más acogedor que el pecho del ser amado, y tus vesos han sabido reflejarlo con gran dulzura.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Saludos
Cuántas veces hemos soñado con el momento que relatas, y cuántas veces también lo hemos vivido. Quizás sea de los instantes de soledad compartida más hermosos.
ResponderEliminarAbrazo.
Un depertar, hermosamente perfecto.
ResponderEliminarQue se sucedan por siempre.
Besos