Cuando va llegando
ese pajaro oscuro
que la vida me regala
cuando le viene en gana...
Te llamo ...
en ese desgarro desesperado
de no tenerte cerca
pronuncio tu nombre en murmullo
que no se entere la madrugada
sellando con lagrimas mis labios,
siempre acudes a mi llamada.
Y te siento...
y te huelo...
y te respiro...
y hasta pueden tocarte mis manos
tu me dejas sentirte
como siempre lo hiciste.
Y escucho tu voz dulce
y me hablas...
y me calmas...
y me arrullas...
Y te quiero
mil veces te quiero ...
que no te dije.
Y me duermo
y al ver mis lagrimas...
te las llevas prendidas
en una caricia.
Y amanece
y mi pajaro oscuro se vá con el viento
te lo llevas...
y me dejas la calma de tus manos
para seguir mi lucha.
Y te alejas
pero sé que no te vas nunca.
Y te quiero...
y te quiero mil veces...
que nunca te dije...
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Manella
Este poemas es precioso, Manella. Siempre hay un nombre que nos da la calma, aún en la noche más oscura.
ResponderEliminarAbrazos
precioso, cargado de nostalgia y mucho sentimiento,
ResponderEliminarbesossssssss wapaaaaaaaaa
Gracias Trini, me alegro que te guste.
ResponderEliminarAbrazos para ti tamnbién
Gracias azahar...en el fondo es puro sentimiento lo que derramamos en un teclado..y nos sale esto.
ResponderEliminarBesitos preciosa.
Gracias señorita, un beso..
ResponderEliminararrullos, miradas, latidos, caricias, alientos...se sienten a veces, sí
ResponderEliminaray de las cosas que nunca se dicen!!!
me alegro que te haya gustado, Miguel es un maravilloso pintor y la verdad es que su blog es una preciosidad :)
besos
No tengo duda: LO QUIERES.
ResponderEliminarY además sabes escribirlo.
Besos.
Muy bonito, sí señora!. Esos "te quiero", dichos como si se te fuera la vida en cada uno de ellos, componiendo ese nombre al que se acaricia y se ama más allá de cualquier lógica.
ResponderEliminarAbrazo.